domingo, 24 de julio de 2011

SUEÑO Y DIABETES



El sueño es –sin duda– una de las actividades más reparadoras para el ser humano. Acompañado de un descenso del ritmo circulatorio y respiratorio, el organismo se relaja de las tensiones cotidianas, pone en reposo los músculos y disminuye el nivel de estrés. Por este motivo, un sueño tranquilo es tan reconfortante como un baño tibio al retornar del trabajo.
Sin embargo, existen circunstancias donde el exceso de sueño puede ser un indicador de que “algo no anda bien”.
Un ejemplo de ello lo proporcionan ciertos estudios que sugieren que la somnolencia excesiva, particularmente en horas del día, puede ser un signo de depresión o de diabetes. Uno de ellos fue publicado recientemente en la revista The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, especializada justamente en patología metabólica.
Se trató de un estudio en el cual se analizaron las conductas del sueño en una muestra de 16.500 individuos de 20 a 100 años, de ambos sexos. Del total de los participantes, que eran residentes del centro de Pennsylvania (EE.UU.), cerca de un 9% presentaban somnolencia excesiva durante el día. Los investigadores indagaron sobre los probables orígenes de este trastorno y observaron una fuerte asociación entre aumento del estado de sueño y depresión, obesidad, o factores metabólicos que alteraban el ritmo respiratorio durante el sueño.
Sin lugar a dudas, la patología más frecuentemente asociada con la somnolencia diurna fue la depresión. Esto se puso de manifiesto en el hecho de que era 3 veces más frecuente entre personas tratadas por depresión que en individuos sanos.
Lo más novedoso fue el hallazgo de que la diabetes es una afección también fuertemente vinculada al grado de somnolencia marcado durante el día. Nuevamente, se registró que este síntoma era dos veces más frecuente entre quienes recibían tratamiento por diabetes que entre aquellos que no lo requerían. El sobrepeso era, como se dijo anteriormente, otro elemento frecuentemente asociado con somnolencia a lo largo de la jornada.
Respecto a las edades en las que este tipo de manifestación se observaba con mayor frecuencia, los grupos destacados fueron los menores de 30 años y los mayores de 75, en estos casos posiblemente por múltiples problemas de salud vinculados con el proceso de envejecimiento.
Por lo contrario, la existencia del trastorno denominado apnea del sueño (breves instantes en los que la respiración se interrumpe durante el sueño normal) no se vincularon de manera significativa con el incremento del sueño durante el día.
Con relación a la asociación de somnolencia y diabetes, podrían influir aspectos vinculados a desequilibrio de la glucemia, que provoca cansancio, decaimiento y fatiga.
Muchas son las causales por las cuales una persona puede experimentar una mayor somnolencia a lo largo del día. El cansancio propio de jornadas prolongadas, sobre todo en esta época del año, suele ser la causa preponderante. No obstante, conviene tener presente estos hallazgos de los investigadores estadounidenses para recurrir a la consulta médica de manera oportuna. De esta manera, no sólo se podrá iniciar el camino hacia el diagnóstico y la solución, sino que además se evita el recurrir a remedios o medidas "caseras" que lo único que logran es demorar más la resolución del problema.

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