domingo, 13 de marzo de 2011

Málaga lidera un hallazgo mundial en la lucha contra la diabetes

Málaga lidera un hallazgo mundial en la lucha contra la diabetes
Médicos de Carlos Haya detectan una mutación en una niña de EEUU que origina islotes pancreáticos de alto rendimiento, y que podrían ser implantados en diabéticos para controlar el nivel de glucosa

Páncreas. El endocrinólogo Antonio Luis Cuesta, radiante ayer durante la presentación del descubrimiento en Carlos Haya.
Páncreas. El endocrinólogo Antonio Luis Cuesta, radiante ayer durante la presentación del descubrimiento en Carlos Haya. Gregorio Torres
Fotos: El grupo de investigación de Carlos Haya

JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ. MÁLAGA El hospital Carlos Haya de Málaga vuelve a reivindicarse como centro neurálgico de investigación en lo relativo al tratamiento de la diabetes tras liderar un estudio realizado de forma conjunta con médicos de EEUU, Israel y Bélgica en el que se ha identificado una mutación genética, localizada en unas muestras de una niña estadounidense, que da lugar a islotes pancreáticos humanos de gran eficacia metabólica y con capacidad de proliferar, lo que permite plantear futuros tratamientos de esta enfermedad.
No obstante, los rectores del Carlos Haya huyen de la euforia y recuerdan que ahora quedan años de investigación ("ya se está en ello", dicen) para comprobar si las células de esos islotes pueden ser reproducidas en el laboratorio para permitir, a través de terapia celular, su implantación en diabéticos.
En cualquier caso, el mérito de este hallazgo científico corresponde al grupo de investigadores de enfermedades monogénicas pancreáticas del Carlos Haya dirigido por el endocrinólogo Antonio Luis Cuesta que acaba de publicar las conclusiones de sus estudios en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine. Cuesta explicó ayer que todo comenzó hace unos años, cuando se recibieron unas muestras de Estados Unidos con el tejido pancreático de una niña que padecía hipoglucemia –un nivel bajo de glucosa en sangre, lo contrario que los diabéticos– y, a la edad de tres años, se le tuvo que extraer el 98% del páncreas para que secretara menos insulina y no le bajara tanto el azúcar. "Tenía unas crisis tan severas que no quedaba más remedio que extirparle casi todo el páncreas para dejarle menos células", explicó.
Si un páncreas normal tiene hasta 1,2 millones de islotes, la operación dejó a la paciente, que ahora tiene 12 años, con sólo 20.000 islotes, lo que no le impide llevar una vida normal (juega incluso al baloncesto), sin que se hayan detectado de nuevo la hipoglucemia ni, en el extremo opuesto, ningún principio de diabetes. Todo se debe a que sus islotes, producto de una mutación genética, son de gran capacidad y de 2,5 veces el tamaño de uno medio, con un rendimiento muy superior a lo normal.
"La naturaleza nos está poniendo un modelo claro de que es posible conseguir islotes de mayor tamaño que pueden secretar insulina y que funcionan en un ser humano, puesto que ha sido un ser humano el que nos ha mostrado el hecho", apuntó Cuesta, acompañado por el gerente del Carlos Haya, Antonio Pérez Rielo.
El caso de esta niña confirma otro caso hallado en 2004 de un paciente de Finlandia que también presentaba hipoglucemias graves y grandes islotes. "Al haber un sólo caso, hacía falta algo que lo confirmara, y al cabo del tiempo ha habido otro paciente de otro país, de otra raza y con una diferente mutación en el mismo gen, por lo que ahora sí se puede confirmar que hay mutaciones que pueden dar lugar a estos islotes", dijo Cuesta.

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