viernes, 17 de diciembre de 2010

VIVIR FELIZ CON DIABETES

Una vez que el diabético adquiere control sobre su enfermedad y se habitúa a la dieta y a la medicación, se ve asumiendo una larga lista de cambios que debe realizar en su estilo de vida.

Cuidados diarios
En primer lugar, y como aspecto más importante, un diabético debe esforzarse por gozar de una salud óptima. Todas las recomendaciones habituales para lograr un estilo de vida sano, como por ejemplo practicar regularmente ejercicio físico, tener buenos hábitos de sueño, no fumar, tener precaución al beber alcohol, etc., adquieren aún más relevancia para un enfermo de diabetes .

Adolescencia
Debido a los enormes cambios hormonales y a las presiones sociales a las que están sometidos los adolescentes en general, no debe sorprendernos que estas circunstancias afecten también a los enfermos diabéticos. La rutina puede venirse abajo bruscamente; las respuestas de la glucosa a determinados sucesos pueden ser drásticas, por lo que es muy importante estar atentos, especialmente porque la presión social puede provocar que un adolescente se rebele por ser diferente o requiera una atención especial.

Otras consideraciones de tipo médico
Los diabéticos deben ser siempre conscientes de su enfermedad. Lo que para el resto de la gente es un simple resfriado o una intervención quirúrgica rutinaria, tiene mayor repercusión en un enfermo diabético.

Padecer una enfermedad es más llevadero si previamente se ha previsto qué debe hacerse llegado el caso. Sepa qué medicamentos puede tomar sin problemas en el caso de enfermedades de poca repercusión, como un resfriado o una gripe. Tome las medidas necesarias en el trabajo o en el colegio para que sepan qué puede ocurrir si usted se pone enfermo. Monitorice cuidadosamente sus niveles de glucosa, ya que pueden aumentar en caso de enfermedad y también debido a la ingesta de medicamentos. Las reacciones de cada persona también son diferentes: nunca asuma que su glucosa va a aumentar, ya que algunas veces disminuirá y deberá reaccionar en consecuencia.

Es recomendable que los diabéticos se vacunen todos los años contra la gripe y también se recomienda enérgicamente que se vacunen contra la neumonía. Consulte a su médico sobre la fecha adecuada para vacunarse y si deberá volver a vacunarse tras cinco a diez años.

Las intervenciones quirúrgicas son también muy diferentes para los pacientes diabéticos. Es fundamental que se monitorice el nivel de glucosa y se efectúe el tratamiento con insulina antes, durante y después de una intervención quirúrgica. Planifique la intervención cuidadosamente con su cirujano y consulte también a su médico de cabecera. Es probable que tenga que ingresar antes en el hospital y la recuperación puede ser también más larga.

Sexualidad
Tanto los hombres como las mujeres que padecen diabetes pueden llevar una vida sexual normal. No obstante, se han documentado algunos problemas que son más frecuentes en los diabéticos que en la población no diabética. Las afecciones vasculares y nerviosas pueden provocar una disfunción eréctil y parece que puede existir un vínculo entre la diabetes y la infertilidad masculina. En el caso de las mujeres diabéticas, puede darse ocasionalmente una falta de libido o una lubricación inadecuada. La diabetes, en cualquier caso, afecta a varios aspectos de la vida diaria (causando fatiga, estrés, etc.), lo que a su vez puede reducir el deseo y la satisfacción sexual.

Pero nada es inevitable y hay pocas cosas que sean irreversibles. Si usted experimenta alguno de estos problemas, consulte a su médico o a un especialista sobre los tratamientos disponibles.

Planificación familiar y embarazo
Afortunadamente, ya no se desaconseja (¡ni se prohíbe!) a las mujeres diabéticas quedarse embarazadas. Con una atención y un control adecuados es posible tener un embarazo y un parto normales. La clave consiste en llevar a cabo un control óptimo de la glucemia durante y después del embarazo Su médico puede ayudarle a modificar su dieta, a monitorizar la glucosa o a modificar los tratamientos con insulina para tener en cuenta todos los cambios que supone el embarazo.

Tras el nacimiento del bebé, todos los grandes cambios por los que pasan los padres (como la lactancia, unos patrones de sueño alocados, las fluctuaciones hormonales o la incapacidad de mantener un horario fijo) se amplifican en los enfermos diabéticos. Si es usted el padre o la madre, la vigilancia de la monitorización y del tratamiento son más importantes que nunca. ¡Tenga en cuenta que ahora no es sólo su propia salud por la que debe velar, ahora debe ocuparse de alguien que depende de usted!

Conducción
Uno de nuestros primeros grandes logros en nuestro desarrollo es la obtención del carnet de conducir. Pues bien, ¿cómo afecta la diabetes a la capacidad de la persona para obtener su carnet de conducir?

La hipoglucemia (baja concentración de azúcar en sangre) puede afectar a la conducción pero no necesariamente interfiere en la obtención del carnet si el paciente controla su diabetes. Para ello puede ser necesario un certificado médico, pero el factor principal para la obtención del carnet es idéntico para todos las personas: ¡la capacidad de aprobar el examen! Consulte las leyes de su país relativas a las condiciones médicas y consulte el folleto de la Dirección General de Tráfico sobre seguridad vial.

Los conductores deben analizar su glucemia antes de conducir, especialmente antes de realizar viajes largos, y deben tener a mano tentempiés y comprimidos de glucosa. Si nota síntomas de hipoglucemia, deténgase inmediatamente.

Viajes
El control de la diabetes es muy sencillo si puede seguir con su rutina diaria y acceder a los suministros y proveedores acostumbrados, ¡pero ello no implica que no pueda usted viajar adonde desee! Los diabéticos pueden realizar las mismas actividades que los demás, desde hacer excursionismo por Europa a cruzar Alaska o bien conducir a lo largo y ancho de varios países. Sólo es necesario que se preparen debidamente para ello.

Algunos aspectos que se deben tener en cuenta son los siguientes:
• Fíjese bien en los cambios horarios de las zonas a las que viaje, dado que alargarán o acortarán el día y afectarán a su horario de comidas y a la insulina.
• Lleve consigo más insulina, más productos médicos, otros medicamentos y tentempiés de los que cree que vaya a necesitar. Planifique retrasos y rodeos para que no le falte de nada.
• Infórmese sobre los efectos de los viajes en avión sobre la insulina. Por ejemplo, la presión en la cabina del avión puede afectar a la extracción por medio de la aguja y por consiguiente a la dosis.
• Lleve calzado cómodo, planifique tiempo extra en su itinerario para usted mismo y su diabetes y, lo más importante, ¡disfrute!

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