sábado, 2 de octubre de 2010

DIABETES. Un estilo de vida.

Desde que me diagnosticaron diabetes y me recetaron un tratamiento y una dieta, mi vida se vio condicionada en todas las horas.
En estos diez años, conocí a diabético (inclusive insulinodependientes) que no respetaban la dieta ni por asomo. Uno en concreto, trabajador noctuirno en una estgación de Madrid, iba sobre las diez de la noche a tomarse suj "coñacito y su café". No puedo imaginar lo que le hubiera dicho el médico.



PERO TAMPOCO LOS MÉDICOS SE PRODIGAN
Desgraciadamente, la medicina considerada "oficial" es netamente química. Ningún médico de la SS habla ni siquiera un poco con su paciente diabético para relacionarle las mútiples maneras que exiten de reducir la glucosa, que no son ni químicas ni dietistas.
CONCRETAMENTE, LA NATACIÓN. A mí, estar una hora bañándome en la playa me supone una bajada espectacular de la glucosa. Dedicar toda la m añana a caminar, sin prisa ni pausa, puede hacer que un Mellitus II reduzca la medicación a la mitad.

Y OTRO GRAN ASUNTO: EL ÁNIMO: Conseguir mantenerse de buen humor, llevar una vida plácida y armónica, mantiene la glucosa en niveles aceptables. Predique entre sus familiares y amigos la necesidad de que no alteren su ánimo. Juegue con los hijos o nietos pequeños, no le importe haceerse el niño, disfrute los pequeños momentos.

Y, SIEMPRED QUE PUEDA, QUÉJESE EN "ATENCIÓMN AL PACIENTE" DE QUE SU MÉDICO APENAS SE INTERESA POR EL DEVENIR DE SU ENFERMEDAD.

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