miércoles, 5 de junio de 2013

Contra la diabetes, VIDA SALUDABLE


No existe cura para la diabetes; no obstante, el tratamiento de las complicaciones es tanto más eficaz cuanto más precoz es el diagnóstico, y en la actualidad existen varios grupos de fármacos que permiten seleccionar el tratamiento más oportuno para cada paciente de acuerdo con sus características: obesidad, cantidad de insulina que produce su páncreas... Incluso la cirugía bariátrica se perfila como una solución para acabar con la obesidad, que está íntimamente ligada a la diabetes, ya que el 80 por ciento de los diabéticos de tipo 2 tienen también problemas de sobrepeso.n la prevención de la diabetes tipo 2, la práctica habitual del ejercicio físico ocupa un lugar destacado.

En cualquier caso, existe al respecto un tratamiento no farmacológico, y ahí reside la cara buena de esta enfermedad. Según asevera la Fundación para la Diabetes, en la prevención de la diabetes tipo 2, "el remedio está en nuestras manos. La receta se basa en reconocer la importancia de mantener una correcta alimentación y practicar ejercicio físico de forma habitual".
Corrobora este extremo la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE), desde donde se difunde el tranquilizador mensaje de que si bien la diabetes es una patología crónica, con un control adecuado no tiene por qué influir negativamente en la calidad de vida de quienes la padecen. Para ello, hay que seguir las pautas indicadas por el equipo médico y en las que es fundamental la colaboración del paciente, pero generalmente son fáciles de asumir. Dichas pautas van directamente encaminadas a mantener hábitos de vida saludables.

¿Y cómo se consiguen mantener esos hábitos de vida saludable?, pues, sencillamente, con formación y educación diabetológicas que implica llevar una alimentación equilibrada, realizar ejercicio físico de forma regular adaptado a cada individuo, es decir, acorde con las características de cada uno, controlar los kilos de más, consumir alimento ricos en fibra, y controlar también la ingesta de proteínas, no sólo las grasas. Hasta ahora, diversos estudios confirman que un buen control de los niveles de azúcar en la sangre, el colesterol y la presión arterial en diabéticos contribuye a reducir las perniciosas consecuencias de la diabetes.

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