La diabetes no es una condición que limite alguna actividad deportiva, prueba de ello es el caso del estadunidense Gary Hall Jr, quien fue diagnosticado con este padecimiento en 1999 a la edad de 25 años, pero ello no le impidió participar en los Juegos Olímpicos de Sídney en el 2000, donde ganó dos medallas. En 2004 se creó una fundación con su nombre que financia investigación en diabetes.
“La natación es uno de los deportes más completos, ya que se ejercita todo el cuerpo, desde piernas, brazos abdomen y espalda, además de que hace trabajara los sistemas circulatorio y respiratorio y sirve como terapia a personas con diabetes, autismo, depresión, obesidad, artritis e incluso con discapacidades físicas”, afirmó el licenciado en Educación Física Rafael Espinoza Rivera, entrenador de natación en el deportivo Centro Condesa, en la Ciudad de México.
Particularmente en el caso de la diabetes, la natación en conjunto con una dieta balanceada y el control adecuado de glucosa, otorga un resultado favorable al paciente, ya que ayuda a mantener estable su peso y condición física; asimismo, favorece el funcionamiento del sistema cardiovascular debido a que la sangre tiene una mejor circulación, lo cual reduce el riesgo de arterioesclerosis (endurecimiento y estrechamiento de las arterias), por lo tanto también disminuye la posibilidad de sufrir un infarto.
La práctica de este deporte también beneficia al sistema respiratorio, ya que pulmones, diafragma, laringe y tráquea adquieren elasticidad, en consecuencia el deportista toma mayor cantidad de aire, por lo que las células también reciben mayor oxigenación.
Por otra parte, Espinoza Rivera comentó que al inicio los pacientes con diabetes se fatigan más debido a su condición, por lo que es frecuente que caigan en cuadros de hipoglucemia (nivel bajo de glucosa); sin embargo, con la constante práctica de esta actividad física se logra estabilizar los cuadros de azúcar en sangre.
El ejercicio continuo de cualquier deporte en pacientes con diabetes requiere tomar medidas precautorias; en primer lugar se debe informar al entrenador de su condición, tomar el nivel de glucosa antes y después de cada entrenamiento, y por último llevar consigo un jugo, refresco o caramelo en caso de que se llegue a presentar una descompensación.
A decir del entrenador, los pacientes con diabetes llevan la misma rutina que cualquier persona, excepto que en ellos la frecuencia cardiaca se revisa de forma constante y los descansos son más seguidos.
Los resultados favorables en pacientes con alteración en los niveles de glucosa se presentan en aproximadamente seis meses, siempre y cuando la persona sea constante en la realización de la práctica, de lo contrario el proceso será más lento.
El ejercicio por si sólo no es garantía de una mejora inmediata en los niveles de glucosa, la práctica de cualquier deporte en pacientes con diabetes debe ser en conjunto con una dieta balanceada, y la adecuada medicación.
Cabe señalar que en la realización de actividades físicas es necesario consultar a su médico, quién le dirá cual es la mejor opción para ejercitarse de acuerdo a su condición, edad y necesidades.
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