Científicos en todo el mundo trabajan en ensayos pioneros para determinar como las células madre pueden aportar su potencial contra la diabetes y al menos una o dos veces al año, sino más, podemos encontrar nuevas y esperanzadoras noticias en los medios de comunicación: “Posible cura de la diabetes tipo 1 según investigación de la Universidad de Missouri”, “En Asturias se ultima un ensayo pionero con células madre y diabetes”, “Trasplante para olvidarse de la diabetes tipo 1, según universidades de Brasil y EEUU”. Sin embargo y aun a riesgo de reducir las expectativas e ilusiones de los lectores, hay que decir que algunos de estos titulares se producen desde el año 2004, por lo que se puede afirmar que todavía no se han logrado aplicar a la vida real los resultados de estas investigaciones.
La pregunta que nos surge entonces es ¿Cuál es la realidad de las células madre y su relación con diabetes hoy en día? Es cierto que se está avanzando mucho y rápido en este campo, muchas investigaciones han conseguido minorizar el impacto de la diabetes en animales e incluso en seres humanos durante algún tiempo. Quizá una de las investigaciones que más ilusiones ha despertado sea la de la Universidad de British Columbia en Canadá, que el pasado año logró invertir la diabetes en ratones usando células madre; tras el trasplante se dejó de suministrar insulina a los ratones diabéticos, 4 meses más tarde los ratones fueron capaces de mantener unos correctos niveles de glucosa en sangre, incluso a pesar de una alimentación que contenía grandes cantidades de azúcar.
Más cerca de nosotros, el reconocido investigador y exministro de Sanidad, Bernat Soria, afirmaba recientemente en la revista DiabetesFEDE que “se están investigando con células madre en todos los frentes posibles y se está observando que pueden resultar útiles en algunas complicaciones, como el caso del pie diabético”. En definidas cuentas, las células madre pueden ser y ojala así sea, la cura definitiva en la totalidad o en algunos casos de diabetes, o al menos minorizar las consecuencias o complicaciones derivadas de esta patología, pero por el momento sólo son un camino pendiente de seguir recorriendo, esperando que algún día, puede que próximo, convierta en hechos palpables lo que hoy en día son los sueños de millones de personas en todo el mundo.
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