“La recomendación médica es realizar 30 minutos de actividad física y entre los ejercicios que se pueden considerar en pacientes con diabetes está el ciclismo, deporte que pueden practicar tanto niños como adultos siempre y cuando no tengan problemas en articulaciones”, comentó el doctor Héctor Alberto Martínez Meléndez, subdirector de Atención Integral al Deportista, de la Comisión Nacional de la Cultura Física y Deporte (CONADE).
Las personas con diabetes que realizan ciclismo o cualquier deporte mantienen estables sus niveles de glucosa en sangre y previenen complicaciones como nefropatía (afección en riñones), retinopatía (daño en la retina), glaucoma (trastorno en el nervio óptico), entre otras. A través del ejercicio las células se vuelven más sensibles, lo que permite un mejor transporte de azúcar y de esta forma el paciente tiene la energía para desempeñar sus actividades cotidianas o deportivas.
“Las personas que hacen ciclismo y padecen diabetes, antes que nada deben tener estables sus niveles de glucosa e iniciar con baja intensidad, es decir, ejercicio leve con una duración de 5 a 10 minutos que posteriormente lo podrá incrementar a media hora pero de forma moderada, ya que si se practica de manera intensa podría caer en un cuadro de hipoglucemia (nivel bajo de azúcar en sangre)”, expuso el especialista en Medicina deportiva.
Cuando un paciente con diabetes presenta síntomas como mareo, nauseas, sudoración, visión borrosa escalofríos o dolor de cabeza durante la práctica deportiva es porque sus niveles de glucosa disminuyen; ante esa situación debe consumir algún tipo de carbohidrato simple, como dulces, chocolates o jugos naturales, y de esta forma se estabilizará su azúcar en sangre.
Asimismo, antes de llevar a cabo alguna actividad física el paciente con diabetes debe tener un aporte de azúcar previo a la realización del ejercicio y al concluir con el mismo, de esta forma se evitará la descompensación; de igual importancia resulta beber agua, ya que una deshidratación puede tener como consecuencia resequedad de la piel generándole algún tipo de herida o haciéndolo más sensible a infecciones.
Además de mantener en óptimas condiciones los índices de glucosa, el ciclismo ayuda a reducir los niveles de triglicéridos, colesterol y estrés, este último responsable de afecciones como dolores de cabeza, tensión muscular, trastornos de sueño, entre otros.
Ejercicio, sana alimentación y el adecuado tratamiento farmacológico son la tercia ideal para mantener el control sobre la diabetes. Sin embargo, cada uno de estos elementos debes estar supervisados por un médico especialista, ya que será él quien podrá ofrecer una mejor opción al paciente.
Cabe señalar que al andar en bicicleta se debe tener precauciones, sobre todo si se transita por las calles, ya que el ciclista es un conductor más y debe respetar los señalamientos viales para prevenir un accidente.