viernes, 30 de diciembre de 2011
La soledad puede desencadenar obesidad y diabetes mellitus
El domingo día 14 de Noviembre, se celebraba el Día Mundial de la Diabetes y tuve la suerte de compartir esta importante fecha con la Asociación de Diabéticos de Elche y Comarca que preside un gran amigo, José Zornoza, impartiendo una conferencia a la que asistieron casi 300 personas que aguantaron estoicamente más de dos horas prestando una atención inusitada que agradezco desde estas líneas. Allí conocí a Mar Alberola, periodista de el periódico “Información” que se mostró sorprendida al recordarle que “la soledad puede ser el mecanismo desencadenante de una obesidad o una diabetes”.
Cada vez más expertos se suman a la afirmación del Dr. Valentín Fuster eminente cardiólogo español cuando nos asegura que “la soledad es el mayor enemigo del alma y del corazón”. Y no le falta razón aunque conviene matizar a que soledad se refiere. Existen en mi opinión dos tipos muy diferentes de soledad; la “soledad elegida”, esa que todos necesitamos alguna vez incluso a lo largo del día; esa soledad en la que podemos, no solo oir, sino escuchar el canto de los pájaros y el movimiento de las hojas de un árbol; esa soledad en la que nos imbuimos para pensar en nosotros, en nuestro trabajo y en los nuestros. Esa soledad es positiva, además de obligada si queremos disfrutar de la vida. Pero existe otra muy diferente: la “soledad obligada”, esa que nadie buscamos y que nos viene dada por las circunstancias de la vida, esa soledad que se puede sentir a pesar de estar rodeado de toda nuestra familia, de nuestros amigos o de nuestros compañeros en el trabajo. Y esta soledad es negativa, además de ser un verdadero “factor de riesgo” que puede llegar a desencadenar una obesidad e incluso una diabetes mellitus.
Cuando una persona se siente sola, porque vive sola o incluso viviendo en familia, no tiene ganas de hablar con nadie, ni de salir a la calle y por lo tanto tampoco de hacer la compra de una forma creativa. Se trata de un círculo vicioso: se siente sola y no habla con nadie, se alimenta de comidas prefabricadas, más ricas en grasas y azúcares, no sale a la calle y no camina, y se pasa las horas frente al televisor. Es decir, malos habitos alimentarios y sedentarismo. Los dos enemigos de nuestra vida saludable, que al final se convierten en los desencadenantes, primero del sobrepeso, luego de la obesidad y ésta en la antesala de la diabetes mellitus.
domingo, 25 de diciembre de 2011
DEPRESIÓN DEL DIABÉTICO: El papel de la familia y de amigos.
Adaptado de la clínica de Mayo
La depresión afecta no sólo a quiénes la padecen, sino también a quienes les importa el bienestar de ellos: familia, amigos y compañeros de trabajo. Si una persona a la que usted le importa está deprimida, entonces una de las cosas más importantes que usted puede hacer para sí mismo y para esa persona es aprender todo usted pueda sobre la depresión y su tratamiento. Si la persona que está deprimida es un familiar, un esposo, un compañero, un niño o un amigo, el estar bien informado ayudará a su deseo y a su habilidad para ayudarle, aliviará alguno de sus miedos e incertidumbres, y le dará estrategias para hacerle frente a la depresión.
Sobrellevar junto a otra persona un episodio de la depresión puede ser una experiencia muy difícil. Requiere paciencia y valor por ambas partes. Aquí están algunas cosas que usted puede hacer para ayudar para suavizar el camino para ambos.
Estar ahí
Si usted nunca experimentó un episodio depresivo por usted mismo, entonces es imposible saber en qué grado de desvaloración, desamparo y desesperación una persona puede sentirse cuando está sumida en ella. Pero incluso si usted no sabe como siente una persona deprimida, usted puede ofrecerle empatía y compasión a alguien que está deprimido. Simplemente el estar ahí para esa persona puede diferenciar el curso de su enfermedad.
Para poder ayudar, usted debe entender que la depresión es una enfermedad seria que requiere la atención profesional. La depresión no es el resultado de un defecto del carácter. No es vagancia o flojera. No es un simple caso de “días bajos”. Y las personas que la padecen no están engañando a nadie. No pueden hacer nada por evitarla tal como un individuo con diabetes o artritis no puede pueden evitar tener estas enfermedades.
Cómo ser un apoyo
Una vez que usted entienda que la depresión no es algo que la persona a quién usted quiere tiene control sobre ella, puede ser más fácil que usted ofrezca la ayuda y el cuidado. Aquí están algunas maneras que usted puede ayudar:
• Exprese su preocupación. Reconozca el dolor de la persona con depresión sin que esto implique que usted sabe cómo él o ella se sienten. Escuche si él o ella desea hablar, pero no trate de forzarle a exteriorizar lo que siente. No haga preguntas que supongan una intrusión en la situación de la otra persona.. El permanecer aislado y poco comunicativo es a menudo parte de la enfermedad. No se lo tome como algo personal. Pregúntele cómo usted puede ayudar. Su persona querida puede no tener sugerencias específicas de las cosas que usted puede hacer, pero él o ella sabrá que usted está deseando ser su apoyo. Ofrézcale esperanza. Recuérdele que la depresión es tratable y que él o ella conseguirá probablemente estar mejor . Si su persona querida está bajo tratamiento, recuérdele suavemente que lleva un tiempo para que éste haga efecto.
• Dele refuerzo positivo. La gente deprimida se siente a menudo sin valor, y hacen mucho hincapié en sus fallos, fracasos y defectos. Recuérdele sus cualidades y capacidades y cuánto él o ella significa a usted.
• Mantenga su sentido del humor. Usted probablemente sentirá frustrado e incluso enojado ocasionalmente. Eso está bien, pero trate de no desahogarse delante de la persona que está deprimida y no centré su cólera en él o ella. Utilice el sentido del humor cuando sea posible para diluir la tensión y aligerar la atmósfera, pero no haga bromas a costa de su ser querido deprimido. Fomente la vida saludable y las actividades sanas. Invítele para actividades o visitar a amigos mutuos o familiares. Pero no le empuje y no espere muchos resultados demasiado pronto. También recuérdele suavemente a individuo la importancia del ejercicio y de una dieta sana.
Ocuparse de la resistencia a aceptar la depresión
Convencer a alguien que está deprimido que él o ella tenga una enfermedad y necesita ayuda profesional requiere a veces esfuerzo. En vez de preguntar, "estás deprimido?" o decir, "pienso que estás deprimido," explique suavemente porqué está usted preocupado. Sin ser crítico, describa los cambios que usted ha visto en su o su comportamiento y en su humor. Entonces pregunte si se está pasando algo en su vida y porqué él o ella parece estar con el ánimo muy bajo.
Puede que tenga que hacer varias tentativas antes de que usted pueda convencer a su ser querido para que busque ayuda, pero continúe intentándolo. Ofrézcase para acompañarle en la cita con el médico. Esto demostrará no sólo su apoyo sino también le permite compartir sus observaciones con el doctor, que podría ayudar en el diagnóstico. Otra opción es llamar o citarse usted satisfacer con al doctor por adelantado y expresar sus preocupaciones.
Durante el tratamiento usted puede tener que ayudar con la toma de la medicación poniéndole notas para recordarle la toma de sus medicinas o, en algunos casos de la depresión severa, administrando realmente las dosis como prescrito para cerciorarse de la medicación se está tomando correctamente. Si usted ve muestras de la mejora.,- y usted podría ser el primer en notarlo-, comparta sus observaciones para ofrecer el estímulo y esperanza. Si usted no ve muestras de la mejoría después de que el tratamiento haya tenido tiempo para funcionar, sugiérale pida otra cita con su o su doctor o terapeuta, o, quizás, buscar una segunda opinión.
Llevar la carga
Mucha gente puede estar preocupada por un individuo deprimido, pero para las una o dos personas que son los que realmente le atienden, la depresión puede cobrar un peaje incluso más grande. El cuidar a alguien deprimido puede ser uno de los desafíos más que nunca afrontará. La gente deprimida presiona que puede aislarse mucho, ser desagradable y no querer comunicarse. Él o Ella puede concebir sus actuaciones y preocupaciones como una interferencia o como insustancial.
Los esposos y las personas amadas de una persona deprimida no sólo tiene que hacer frente a las responsabilidades del cuidado de la persona deprimida, sino también asumen el control a menudo de tareas que la persona deprimida no puede manejar durante el tiempo que dure el episodio. Por ejemplo, si uno de los esposos toma generalmente las decisiones en materias financieras, el otro puede tener que asumir el control hasta que él o ella mejore.
¿Es demasiada la tensión?
Mientras que cuida su ser querido, usted puede sentirse como si su vida se haya puesto en compás de espera. Sin embargo, es importante que usted también se cuide a sí mismo. La asociación de Alzheimer ofrece estas 10 síntomas de estrés. Aunque están dirigidos a la gente que cuida alguien con enfermedad de Alzheimerson igualmente apropiados para los individuos que cuidaban a una persona deprimida.
• Negación. Usted no puede aceptar la enfermedad y sus efectos sobre la persona deprimida que usted quiere, sobre usted mismo y a su familia.
• Cólera. Usted se encuentra enfadado con la enfermedad de la persona que está enferma, con otros que no entienden por lo que usted está pasando, con el doctor por no arreglar el problema o simplemente con en el mundo en general.
• Aislamiento social. Usted ha cortado las actividades sociales que una vez le dieron satisfacciones y se ha aislado de sus amigos.
• Ansiedad. Usted se preocupa excesivamente de qué sucederá día por día y en el futuro.
• Depresión. La tensión de cuidar a su persona querida le pone a uno en el riesgo de tener una depresión.
• Agotamiento. Usted se siente demasiado cansado para hacer frente a otro día más.
• Insomnio. En la noche usted da vueltas a la cabeza y se preocupa, incapaz dormir debido a los pensamientos molestos e innumerables que no cesan de pasar por su cabeza.
• Irritabilidad. Usted se enfada con otros o siente que se va a subir por las paredes.
• Falta concentración. Usted tiene dificultad en mantener la atención en lo que está haciendo y en realizar tareas diarias.
• Problemas de salud. La tensión comienza a hacer daño, físicamente y mentalmente.
Los cuidados a uno mismo
Cómo usted maneja la situación y se cuida a sí mismo durante este período difícil pueden diferenciar del todo su propia salud y su capacidad de hacer frente a su la depresión de la persona que quiere. Atender sus propias necesidades no significa en absoluto que usted sea egoísta.
La manera como usted cuida de sí mismo incidirá en la forma como usted pueda cuidar a la persona deprimida cercana.
Los siguientes pasos siguientes pueden ayudarle a manejar y a rebajar su tensión:
Solicite ayuda. Usted no puede hacerlo solo. Cuando sea posible solicítela de la familia y de amigos para asumir el control algunas de sus responsabilidades. Si la gente ofrece a la ayuda, entonces no vacile en aceptar.
Si no le ofrecen ayuda, entonces pídales que ayuden en tareas específicas. Acepte sus sensaciones. Acepte sus propias emociones. Indudablemente se frustrará ocasionalmente, y no será capaz siempre de ocultar sus emociones. Es correcto decirle a la persona deprimida que usted está cuidando que está frustrado.
¿Qué hacer?
Cada persona es un mundo y yo estoy exponiendo aquí lo que me ha servido a mi y creo que puede ayudar a otros. Por mi experiencia personal puedo decir lo siguiente:
Para ayudar a una persona que padece trastorno bipolar, al igual que cualquier otra que sufre, lo primero que se necesita es que las personas que le quieren le manifiesten su cariño. Se puede llegar a sentir una soledad tan profunda que recibir afecto y atención supone salir un poco del agujero negro en que nos encontramos a veces durante las fase de depresión. Calor humano, caricias, tomarle la mano y hacerle saber que lo quieres y te importa.. un abrazo; todas las manifestaciones de amor son una medicina maravillosa para cualquiera y para nosotros en especial cuando estamos pasando una crisis. Pienso que se trata de “tender puentes de comunicación” para que al soledad que sentimos cuando estamos mal se mitigue.
Sentirnos comprendidos es algo importantísimo. Es muy difícil al principio que nuestros familiares y amigos íntimos lo hagan. Las familias cuando irrumpe por primera vez el trastorno bipolar se enfrenta a algo nuevo y desconcertante que altera el ritmo habitual y muchas veces provoca dolor y desesperación a quienes nos rodean, por ello, es imprescindible comprender la naturaleza de esta dolencia:
En primer lugar todos tienen que saber que nadie tiene la culpa de que uno se enferme. Al principio parece mentira que un esta enfermedad tenga un origen físico, en concreto son los neurotransmisores del cerebro que funcionan de manera distinta a lo de los demás. Es cierto que la bipolaridad tiene un componente genético, pero también influye para que se manifiesta el ambiente, el estrés, el abuso de drogas y alcohol, entre otros factores. No sirve de nada responsabilizar al enfermo de lo que le pasa y menos aún a sus ascendentes.
En segundo lugar: LA INFORMACIÓN SOBRE LA NATURALEZA DE LA ENFERMEDAD. La mayor arma con la que contamos todos los que estamos relacionados con la enfermedad es LA INFORMACIÓN. Mientras más sepamos, mejor sabremos sobrellevarla. Sabemos que es una enfermedad crónica (para toda la vida), pero que con un buen tratamiento farmacológico, una régimen de sueño regula, ejercicio, una rutina de vida adecuada y un quehacer diario satisfactorio puede estabilizar nuestras vidas y hacernos llevar una existencia normal. Hay muchísimas personas en todo el mundo que trabajan, tienen familias y son tan felices como cualquier otra.
En tercer lugar: Póngase en el lugar del bipolar. Resulta muy duro cuando a raíz de una crisis, en ocasiones se pierden muchas cosas, a veces trabajos, amigos e ilusiones; no por ello hay que perder las esperanzas. Una vez obtenido el diagnóstico, las familias tienen que procurar respetar los ritmos del enfermo. No hay nada que me haya irritado más que el hecho de que me dijeran “¡Ánimo, pon de tu parte!” o “¿Es cuestión de fuerza de voluntad!”. Por favor, comprended que en esos momentos simplemente no se puede hacer más de lo que se hace. Yo tuve una crisis en que no era capaz ni de levantarme de la cama y si algún día conseguía ducharme era un triunfo. Así que en esas fases, respetad profundamente a la persona y si hace algún pequeño progreso felicitadle por él. Es bueno proponerle pequeñas metas diarias, como por ejemplo caminar diez minutos e ir alargándolo.
El sueño es vital para nosotros, es nuestro mayor indicador. Es imprescindible que lo regulemos y nos intentemos acostar a la misma hora y nos levantemos a la misma hora, eso hará que el resto del día se vaya regulando. Los horarios de comer también son convenientes respetarlos. La alimentación es muy importante, más de lo que nos imaginamos, de momento sólo decir que tiene que ser variada y rica en verduras y fruta. Se trata de crear una estructura en nuestra vida que nos vaya dando seguridad.
Es de gran ayuda que los primeros días, hasta que se produzca una recuperación se mantenga un control sobre las medicinas para que éstas sean tomadas correctamente y a la hora designada. A veces, al principio nos podemos hacer un lío porque estamos confusos y nos cuesta todo mucho por eso una ayudita en este sentido tiene mucho beneficio. También conviene estar al tanto de las citas con los médicos y en mi opinión es de gran ayuda que las personas que están más cercanas acudan al psiquiatra para preguntar todas las dudas que le surjan y se sientan implicadas en el proceso de mejoría.
Los Estados de manía son vertiginosos, esta fase puede resultar devastadora para nosotros y también para la familia. Aquí se pierde el control, nos metemos en un mundo en el que nos creemos todopoderosos y pasamos de un tema a otro sin descanso. Es una tendencia muy habitual la malgastar dinero; por ello es conveniente vigilar que las tarjetas de crédito están a buen recaudo. Yo, cuando he estado en fase de manía me da por llamar a todos mis amigos que están fuera del país y mis cuentas telefónicas se hace astronómicas. El sueño se descontrola y las horas de comer casi siempre también. En cuanto notéis señales de manía: hablar demasiado rápido, estar eufórico, haced lo imposible para pedir urgentemente una cita con el psiquiatra: ES ESENCIAL TOMAR LAS MEDICINAS ADECUADAS PARA ESTA FASE. Algunas veces no queda otro remedio que internar al paciente, pero esto no es el fin del mundo. Generalmente en una semana se ha controlado la fase de manía y se sale bien. Pero por supuesto, evidentemente es mejor atajarla a tiempo, porque cada crisis supone un gran desgaste para el bipolar y para su familia, además de mucho, mucho sufrimiento.
viernes, 23 de diciembre de 2011
jueves, 22 de diciembre de 2011
¿Qué le puede suceder a la gente si no controla bien su diabetes?
Cuando los niveles de azúcar en sangre no están bajo control, pueden desencadenar problemas de salud a corto plazo, como la hipoglucemia, la hiperglucemia o la cetoacidosis diabética. A largo plazo, la falta de control de la diabetes puede dañar los vasos que proveen de sangre a varios órganos vitales, como el corazón, los riñones, los ojos y los nervios.
Esto significa que la gente que padece diabetes también puede tener problemas de corazón, ataque súbito, problemas renales, de visión y del sistema nervioso. Por lo general, estos problemas no se manifiestan en niños o adolescentes que han sufrido la enfermedad por pocos años, pero pueden ocurrir en adultos con diabetes. Lo niños y adolescentes que sufren diabetes y que no llevan un buen control de los niveles de azúcar en sangre suelen entrar en la pubertad más tarde y pueden tener una altura menor a la que tendrían si controlaran bien su enfermedad.
La buena noticia es que si mantienes bajo control el nivel de azúcar en sangre lograrás mantenerte saludable y prevenir problemas de salud futuros.
¿Cómo sabe la gente que está controlando bien su diabetes?
Si tienes diabetes, tu médico o el equipo de profesionales que está tratando tu enfermedad te dirán cuál debe ser tu nivel de azúcar en sangre. A este nivel lo denominarán "meta". Si tienes diabetes, debes mantener el nivel de azúcar en sangre lo más cercano posible a esta meta. A medida que creces, tu meta puede cambiar.
La única manera que tienes de saber cuál es tu nivel de azúcar en sangre es chequeándolo varias veces por día con un medidor de glucosa. El grupo de médicos y profesionales a cargo del cuidado de tu diabetes determinará cuándo y con qué frecuencia debes controlar el nivel de azúcar en sangre. El control regular de los niveles de azúcar en sangre y el registro de los resultados de las pruebas son importantes para ayudarte a ti y a los profesionales que cuidan de tu salud a realizar modificaciones en el plan de tratamiento para la diabetes.
El medidor de glucosa te indica cuál es tu nivel de azúcar en sangre en el momento que realizas la prueba. Pero otro tipo de análisis del nivel de azúcar en sangre, la prueba de hemoglobina glucosilada (también conocida como hemoglobina A1c o HbA1c), te ayudará a ti y a tu médico a saber cómo funcionó el control del nivel de azúcar en sangre durante los 2 ó 3 meses anteriores al análisis. En general, cuanto más bajo sea tu nivel de HbA1C, mejor es el control que estás teniendo de tu diabetes.
martes, 20 de diciembre de 2011
Consejos para ser feliz a pesar de la Diabetes
¿Crees que la felicidad es para los que “están sanos” te equivocas, todos podemos ser felices sin importar lo que pase en nuestra vida.
¿Cómo podría ser feliz si estoy enfermo? Supongo esa será la primera pregunta que te harías al leer este artículo y podrías tener razón, excepto por una cosa: la felicidad no es algo que se encuentre fuera de nosotros, es una condición que generamos día con día con nuestros actos y nuestros pensamientos.
Piénsalo de esta forma: hay personas que tienen menos cosas buenas en su vida que tú, algunos viven en pobreza, otros tantos apenas sobreviven con lo que ganan, otros nacieron sin piernas y aún con ello ganan medallas en juegos paralímpicos. ¿qué hace a estas personas tan felices si viven ese tipo de circunstancias?
Nos han enseñado que la felicidad es la combinación de factores como el dinero, el éxito o la fama y una vida perfecta y sin conflictos, entonces, cuándo no alcanzamos estos objetivos, nos frustramos y nos volvemos personas infelices. La mayor parte de nuestra felicidad cotidiana está en nuestras manos. Lo único que necesitamos es comprometernos en nutrir nuestra vida emocional.
Estas son algunas ideas que te pueden llevar a alcanzar la felicidad diaria. Pon algunas en práctica para generar sensaciones de bienestar:
• Agradece. En lugar de quejarte por lo que no tienes, agradece lo que sí tienes y has conseguido. Demuestra tu aprecio por la vida y las personas que te rodean y ellos te regresarán el gesto.
• Sé optimista. Imagina tu futuro feliz y anota en una hoja cuáles serían las cuestiones que te llevarían a conseguir eso que piensas. Trabaja en esos aspectos día con día.
• No te compares. Todos sosos distintos y actuamos diferente en determinadas circunstancias, así que no es válido aquello de “¿qué harías en mi lugar?”, mejor repite: Hago las cosas lo mejor que puedo y me apruebo a mí mismo.
• Cuida tus relaciones. Invierte tiempo en tus amigos, tus familiares y en general en toda la gente que amas. Vayan a lugares divertidos y platiquen cosas alegres, evita las conversaciones de quejas. - Haz cosas que disfrutes. Busca actividades que signifiquen un reto para ti, para que, al alcanzar la meta, te sientas bien contigo mismo.
• Olvida el rencor. Este sentimiento sólo envenena a quien lo siente. Perdona lo que tengas que soltar y deja ir las situaciones que te hayan hecho pasar malos momentos.
• Haz ejercicio. Realizar actividades físicas te ayuda a deshacerte del estrés y a cuidar la salud de tu cuerpo
domingo, 18 de diciembre de 2011
The Happiness Cure Diabetes
David Spero
Forget diet and exercise for now. I’ve got a better plan: Be happy! A new review of 160 studies shows that good moods may be one of the most important things for good health. But how do we get good moods?
I’ve written about this before, but this time I’m serious! The new paper by University of Illinois professor emeritus Ed Diener, PhD, in Applied Psychology: Health and Well-Being, analyzed all kinds of studies and found consistently that positive mood leads to longer life and better health.
Some of these studies are fascinating. One followed nearly 5,000 university students for more than 40 years. It found that those who were most pessimistic as students tended to die younger than their peers. Another study followed 180 Catholic nuns for over 70 years! The nuns were asked in 1930 to write one-page autobiographies of their lives. In 2001, University of Kentucky researchers found that those who reported more positive emotions in their 20s tended to outlive those who wrote more negative accounts by 7–10 years on average.
Another study looked at Harvard students who had participated in a study about how much they felt their parents loved them. The researchers located these students 35 years later and found that those who were sure of their parents’ love were much healthier than those who were less sure.
Those cheerful people are so annoying! They’ve got it all, apparently. Not only are they having more fun; they are healthier too.
The reasons for the health benefits of happiness aren’t hard to find. Emotions strongly affect the immune system. According to Dr. Diener’s study, “laboratory experiments on humans have found that positive moods reduce stress-related hormones, increase immune function and promote the speedy recovery of the heart after exertion. In other studies, marital conflicts and high hostility in married couples were associated with slow wound healing and a poorer immune response.”
OK, I’m sold. I’m going to drop the bad feelings and “marital conflicts” like they were cigarettes or Twinkies. But wait a minute. How do I do that? It’s hard enough to change the way I eat; how am I supposed to change the way I feel? I figured I better do some research.
First of all, what is happiness? Dr. Diener says he was studying “feeling positive about your life, not stressed out, not depressed.” That’s close to Merriam-Webster’s definition of happiness: “a state of well-being and contentment.” I guess it’s not about having big parties or owning lots of stuff or traveling. It’s about feeling good about yourself and your life.
So, what brings feelings of well-being and contentment? I’ve heard the mantra “something to do, someone to love, and something to look forward to.” Check. I’ve got those covered, but I wouldn’t say I’m especially “happy.” What else?
Acceptance seems to be important. My favorite happiness quote is from the French writer Colette, best known for her sexual adventures. Colette said, “What a wonderful life I’ve had! I only wish I had realized it sooner.” I’ll work on that.
But the thing all these happiness people seem to ignore is how much of happiness is physical. Can you be happy when you’re in pain? How positive can you be when you’re fatigued and dragging through a day? It seems circular — if you want to be healthy, you should be happy, but if you want to be happy, it really helps to be healthy.
That’s probably why, in dozens of studies, exercise raises people’s mood better than therapy or medicine. In fact, physical activity is one of only two things that reliably improve happiness (as measured by mood scales) in the long term. The other is love. I think good glucose control helps, though.
Pets promote happiness. In response to my 2009 piece about happiness, CalgaryDiabetic wrote “A source of happiness is our furry friend. We went to Costco and he was basking in all the admiration from the humans passing by. I was happy because the creature was so happy.” But I don’t have energy or mobility for taking care of a pet.
Elaine wrote to recommend meditation, St. John’s Wort, positive self-talk and adequate sleep, which Calgary also mentioned. Come to think of it, I have another herb that actually is making me a little happier and more content, although it may not be legal where you live. Maybe I’ll write more about it another time.
So what’s the plan? The best I can come up with is to keep doing what I’m doing, but be more accepting about it. Like, do my exercises every day, but when I miss, don’t beat myself up about it.
I’m going to try to be more aware of good things that happen with me and enjoy them more. Like my new blog Reasons to Live. I love it. I posted a story there last week about a woman moving to senior housing — how traumatic, but ultimately rewarding, it was for her. Please check it out and comment if you like it
Forget diet and exercise for now. I’ve got a better plan: Be happy! A new review of 160 studies shows that good moods may be one of the most important things for good health. But how do we get good moods?
I’ve written about this before, but this time I’m serious! The new paper by University of Illinois professor emeritus Ed Diener, PhD, in Applied Psychology: Health and Well-Being, analyzed all kinds of studies and found consistently that positive mood leads to longer life and better health.
Some of these studies are fascinating. One followed nearly 5,000 university students for more than 40 years. It found that those who were most pessimistic as students tended to die younger than their peers. Another study followed 180 Catholic nuns for over 70 years! The nuns were asked in 1930 to write one-page autobiographies of their lives. In 2001, University of Kentucky researchers found that those who reported more positive emotions in their 20s tended to outlive those who wrote more negative accounts by 7–10 years on average.
Another study looked at Harvard students who had participated in a study about how much they felt their parents loved them. The researchers located these students 35 years later and found that those who were sure of their parents’ love were much healthier than those who were less sure.
Those cheerful people are so annoying! They’ve got it all, apparently. Not only are they having more fun; they are healthier too.
The reasons for the health benefits of happiness aren’t hard to find. Emotions strongly affect the immune system. According to Dr. Diener’s study, “laboratory experiments on humans have found that positive moods reduce stress-related hormones, increase immune function and promote the speedy recovery of the heart after exertion. In other studies, marital conflicts and high hostility in married couples were associated with slow wound healing and a poorer immune response.”
OK, I’m sold. I’m going to drop the bad feelings and “marital conflicts” like they were cigarettes or Twinkies. But wait a minute. How do I do that? It’s hard enough to change the way I eat; how am I supposed to change the way I feel? I figured I better do some research.
First of all, what is happiness? Dr. Diener says he was studying “feeling positive about your life, not stressed out, not depressed.” That’s close to Merriam-Webster’s definition of happiness: “a state of well-being and contentment.” I guess it’s not about having big parties or owning lots of stuff or traveling. It’s about feeling good about yourself and your life.
So, what brings feelings of well-being and contentment? I’ve heard the mantra “something to do, someone to love, and something to look forward to.” Check. I’ve got those covered, but I wouldn’t say I’m especially “happy.” What else?
Acceptance seems to be important. My favorite happiness quote is from the French writer Colette, best known for her sexual adventures. Colette said, “What a wonderful life I’ve had! I only wish I had realized it sooner.” I’ll work on that.
But the thing all these happiness people seem to ignore is how much of happiness is physical. Can you be happy when you’re in pain? How positive can you be when you’re fatigued and dragging through a day? It seems circular — if you want to be healthy, you should be happy, but if you want to be happy, it really helps to be healthy.
That’s probably why, in dozens of studies, exercise raises people’s mood better than therapy or medicine. In fact, physical activity is one of only two things that reliably improve happiness (as measured by mood scales) in the long term. The other is love. I think good glucose control helps, though.
Pets promote happiness. In response to my 2009 piece about happiness, CalgaryDiabetic wrote “A source of happiness is our furry friend. We went to Costco and he was basking in all the admiration from the humans passing by. I was happy because the creature was so happy.” But I don’t have energy or mobility for taking care of a pet.
Elaine wrote to recommend meditation, St. John’s Wort, positive self-talk and adequate sleep, which Calgary also mentioned. Come to think of it, I have another herb that actually is making me a little happier and more content, although it may not be legal where you live. Maybe I’ll write more about it another time.
So what’s the plan? The best I can come up with is to keep doing what I’m doing, but be more accepting about it. Like, do my exercises every day, but when I miss, don’t beat myself up about it.
I’m going to try to be more aware of good things that happen with me and enjoy them more. Like my new blog Reasons to Live. I love it. I posted a story there last week about a woman moving to senior housing — how traumatic, but ultimately rewarding, it was for her. Please check it out and comment if you like it
jueves, 15 de diciembre de 2011
La diabetes en España, en números
En Medicina, para describir en cifras la importancia de una enfermedad, en este caso la Diabetes, se utilizan básicamente los términos epidemiológicos incidencia y prevalencia.
La prevalencia es la proporción de personas que, en una población determinada y un tiempo concreto, están afectados por la enfermedad.
La incidencia es la proporción de personas, previamente sanas para esta patología, que desarrollan la enfermedad en una población determinada y durante un periodo de tiempo, generalmente un año.
Los estudios realizados sobre la población española nos revelan algunas situaciones muy importantes:
Se han recogido datos de personas con diabetes conocidas y de otras que han sido diagnosticadas a raíz del estudio, de los que se desprende que el 43,5 % de los afectados desconoce que padece la enfermedad.
La diabetes Tipo 2 es más frecuente en edades avanzadas, cuando existen antecedentes familiares con diabetes y en personas con obesidad. Por encima de los 75 años la prevalencia es del 41,3% en mujeres y de 37,4% en varones, mientras que la prevalencia media total en España en personas mayores de 18 años es del 13,8%.
En cuanto a la diabetes tipo 1 no se cuenta con un estudio epidemiológico reciente de la misma entidad del anteriormente mencionado. Estudios previos arrojaban una cifra de incidencia de:
de 0 a 15 años = 11,3 individuos cada 100.000 habitantes
de 15 a 29 años = 9,9 individuos cada 100.000 habitantes
Diabetes Mellitus en edades de 0 a 15 años en España.
Prevalencia = 29.000 niños
Incidencia = 1.104 casos nuevos por año
Según estudios realizados en Cataluña, Madrid, Extremadura, Asturias, Málaga y Navarra
Datos más recientes nos permiten afirmar que la incidencia ha experimentado un aumento progresivo en los últimos años en todas las regiones alcanzando en algunos casos valores del orden de 20 individuos por cada 100.000 habitantes, a pesar de que teóricamente la diabetes tipo 1 no guarda relación con el estilo de vida.
Aunque los datos reseñados a continuación han sido superados por el estudio di@bet.es , el siguiente cuadro, obtenido de estudios anteriores realizados en León, Lejona (Vizcaya), Aragón, Cataluña y Asturias, muestra la prevalencia de las complicaciones crónicas producidas por la diabetes
Según el Dr. Alberto Goday Arno, investigador que nos facilitó los datos, existe un cierto grado de inexactitud en estas cifras ya que se asumen como válidas en todo el territorio español, pero no tienen en cuenta las variaciones temporales, el envejecimiento de la población, la heterogeneidad territorial, etc. En cualquier caso, son una muestra de la importancia de la diabetes en España.
Los estudios científicos actuales, permiten predecir el escenario de la diabetes en el próximo siglo.
domingo, 11 de diciembre de 2011
LA SEGURIDAD SOCIAL DERROCHA CON LOS DIABÉTICOS
Soy diabético. Lo supe hace once años, cuando me descubrieron un índice de glucosa en sangre que podría haberme causado un coma y la muerte. La escena tuvo algo de humorística: acababa de comerme un helado de chocolate, vainilla y caramelo (lo que seguramente llevó mi glucosa a las nubes); la enfermera me dijo que un par de semanas antes, mi médico le había ordenado que me midiera la glucosa; lo hizo y, tras mirar la tirita reactiva puso ojos de víctima de Drácula y echó a correr; al minuto siguiente, entraron unos seis médicos en las estancia, que se pusieron a hacerme toda clase de preguntas, para mí ininteligibles. La cuestión es que había ido al consultorio para algo rutinario y salí convertido en un enfermo crónico con la vida cambiada.
Mal de muchos no es consuelo ni para los tontos. En España somos tres millones, que se sepa, porque los hay que conviven con la enfermedad perpetuamente y sin darse cuenta. Pero cuando uno se entera, y averigua que el exceso de glucosa en sangre es una especie de ácido sulfúrico que va destruyento todos los órganos, se lo toma muy en serio.
Yo en concreto, llevo once años viviendo con y para la diabetes. A causa de los horarios de las cinco comidas, he perdido a todos los amigos que solían invitarme a comer. Algunos me reprochan: “Comes como los albañiles”, refiriéndose a los horarios y no a los bocatas de chorizo y manteca colorá. Pero comer como pajaritos y cinco veces al día no es la única servidumbre. Yo consumo nueve medicamentos (algunos muy, muy caros) en trece tomas. El programa de comidas y medicación me tiene más harto… Creo que mi vida es poca vida, con estas servidumbres.
Afectada mi existencia en los social, en los económico (cuando uno vive solo, las dietas son caras), en lo sexual y en lo laboral, no es que tenga unas ganas locas de vivir. Las alegrías son muy escasas en la vida de un diabético mayor y soltero.
Pero me asalta constantemente una pregunta:
¿HA REALIZADO UN ESTUDIO LA SEGURIDAD SOCIAL A FIN DE ABARATAR SUS COSTES DE DIABÉTICOS Y MEJORAR LA VIDA DE ESTOS?
Porque resulta que el día que puedo ir a nadar un rato en una piscina, la glucosa en sangre me baja repentinamente a la mitad. Creo que si nadara dos veces al día, tal vez podría dejar de medicarme o reducir sustancialmente la medicación.
¿ALGUIEN HA INVESTIGADO A FONDO ESTE ASUNTO? Es muy posible que si la Seguridad Social construyera piscinas para diabédticos en todos los consultorios, ahorrase muchos millones en medicamentos.
sábado, 10 de diciembre de 2011
La sociedad no apoya a enfermos con diabetes
Perder la vista, sufrir alguna amputación o tener dolores neuropáticos pueden ser parte de la vida de un diabético, esto por la falta de atención hacia el padecimiento, que en México, según cifras de la Secretaría de Salud afecta a más de seis millones de personas, publicó La Crónica.
A decir de la psicoterapeuta gestalt Laila Paris Shaadi, uno de los grandes problemas de esta enfermedad es que la familia y la sociedad muy pocas veces se ponen en el lugar de los diabéticos. Por esta razón se crea un cerco en torno al paciente, “tanto en la familia de los diabéticos como en la sociedad hace falta hablar más del problema y enfrentarlo responsablemente, además de que los que no están enfermos entiendan que el mal existe y hay que hablar de él para mejorar, no debemos tenerle miedo, aseguró Paris explicó: “Pocas veces la gente se pone en los zapatos del otro, hay que aprender a vivir con las enfermedades crónico degenerativas, como la diabetes y para eso tenemos que aceptarlas, muchas veces la primera reacción que tenemos hacia la enfermedad es la negación, por eso en algunos casos el enfermo no se cuida” Según la experta, la falta de aceptación y el no reconocer que el individuo está enojado por estar enfermo hace que las cosas se compliquen y que no se logre tener el cuidado necesario para evitar las complicaciones propias del mal.
“La diabetes como enfermedad sólo le hace a la persona estar más consciente de sus límites, en muchos casos sirve para que la gente pida ayuda, cosa a la que generalmente no estamos acostumbrados” “Hacernos los fuertes, no compartir y no pedir, sólo hace, que nos vayamos quedando solos”, señaló. Para la especialista, el paciente no debe sentirse excluido por su nueva forma de alimentación o por los hábitos que tiene que adoptar después del diagnostico, “nadie está preparado para enfrentar una situación difícil, pero entre más exista la integración los resultados serán mejores.
A decir de la psicoterapeuta gestalt Laila Paris Shaadi, uno de los grandes problemas de esta enfermedad es que la familia y la sociedad muy pocas veces se ponen en el lugar de los diabéticos. Por esta razón se crea un cerco en torno al paciente, “tanto en la familia de los diabéticos como en la sociedad hace falta hablar más del problema y enfrentarlo responsablemente, además de que los que no están enfermos entiendan que el mal existe y hay que hablar de él para mejorar, no debemos tenerle miedo, aseguró Paris explicó: “Pocas veces la gente se pone en los zapatos del otro, hay que aprender a vivir con las enfermedades crónico degenerativas, como la diabetes y para eso tenemos que aceptarlas, muchas veces la primera reacción que tenemos hacia la enfermedad es la negación, por eso en algunos casos el enfermo no se cuida” Según la experta, la falta de aceptación y el no reconocer que el individuo está enojado por estar enfermo hace que las cosas se compliquen y que no se logre tener el cuidado necesario para evitar las complicaciones propias del mal.
“La diabetes como enfermedad sólo le hace a la persona estar más consciente de sus límites, en muchos casos sirve para que la gente pida ayuda, cosa a la que generalmente no estamos acostumbrados” “Hacernos los fuertes, no compartir y no pedir, sólo hace, que nos vayamos quedando solos”, señaló. Para la especialista, el paciente no debe sentirse excluido por su nueva forma de alimentación o por los hábitos que tiene que adoptar después del diagnostico, “nadie está preparado para enfrentar una situación difícil, pero entre más exista la integración los resultados serán mejores.
viernes, 9 de diciembre de 2011
PÍLDORAS PARA DIABÉTICOS… EL FIN DE LA INYECCIÓN DE INSULINA
Un fabricante de medicamentos está probando una alternativa a las inyecciones contra la diabetes, aunque aún quedan muchos obstáculos considerables por superar..
Hay más de 200.000 diabéticos en España que esperan con impaciencia la vieja promesa del páncreas artificial para inyectarse su dosis de insulina diaria.
La diabetes se caracteriza por una autodestrucción de las células del páncreas que nos provee de insulina. Antes de 1920, fecha del descubrimiento de la insulina, las víctimas de este flagelo adelgazaban y terminaban pronto muriendo inexorablemente.
A finales del año pasado, unos laboratorios con sede en Dinamarca, comenzaron discretamente la fase primera de las pruebas clínicas de una píldora que espera poder lanzar al mercado como alternativa a las inyecciones de insulina. Ofrecer a los pacientes con diabetes la posibilidad de evitar el dolor de las agujas ha sido desde hace mucho tiempo el santo grial de algunas empresas farmacéuticas, especialmente Novo, líder en los tratamientos contra la diabetes durante gran parte de sus 87 años de historia.
La entrada de Novo en la fase de pruebas clínicas pone a la compañía por delante del resto de fabricantes de medicamentos que también intentan encapsular la insulina en una dosis fácil de tragar.
No obstante, el hecho de que Novo entrase en la fase 1 de pruebas dándole poca publicidad no es sorprendente, teniendo en cuenta la accidentada historia del desarrollo de fármacos de insulina. La insulina es una proteína que se degrada rápidamente en el estómago y la porción superior del intestino delgado, lo que hace casi imposible su administración por vía oral.
Varios fabricantes de medicamentos han intentado administrar insulina a través de los pulmones. Otros fabricantes de medicamentos, entre ellos Novo, abandonaron sus intentos de producir insulina inhalable a raíz del fracaso de Exubera.
En teoría, la administración de insulina a través del estómago debería ser lo ideal: la insulina viajaría directamente al hígado, su principal lugar de acción, imitando la acción de la insulina endógena. Puesto que las inyecciones de insulina entran en los músculos y la grasa, los pacientes que las utilizan son susceptibles de padecer hipoglucemia. Mads Krogsgaard Thomsen, director científico de Novo, afirma que por eso cree que la insulina oral podría ser más segura y más cómoda que cualquiera de las formas inyectables o inhalables. Sin embargo, pide prudencia por ahora.
El reto de crear una píldora de insulina que pueda sobrevivir en el sistema digestivo se ha visto aumentado por las características de la propia molécula. La insulina humana es una proteína grande y compleja. Por ese motivo, incluso si sobrevive al ácido estomacal, es poco probable que sea fácilmente absorbida por las células epiteliales del intestino. Por tanto, la porción de la insulina oral que en realidad alcanza el torrente sanguíneo es menor del 1 por ciento. “No se puede utilizar la insulina humana” en una píldora, señala Thomsen. “No funciona”.
Por eso los científicos de Novo se han propuesto incrementar la viabilidad oral de la insulina diez veces a través de la ingeniería de proteínas. Se embarcaron en un laborioso proceso de varios años de duración diseñado para responder algunas preguntas clave: ¿Cuáles son las enzimas que atacan a la molécula, y desde dónde la atacan? Los científicos utilizaron los conocimientos adquiridos para diseñar una píldora capaz de pasar por el estómago sin descomponerse, lo que facilita la transferencia de la insulina a las células y al torrente sanguíneo.
También se probó sin éxito el fármaco Exubera que es un inhalador de insulina pero los inconvenientes de este sistema y sus posibles daños en los pulmones terminó con él.
El fármaco, llamado NN1952, se pondrá a prueba en 150 voluntarios a lo largo de más de un año. La empresa examinará el modo en que el fármaco se metaboliza en pacientes con diabetes de tipo 1 o diabetes de tipo 2, así como en personas saludables.
Algunos médicos afirman que tendrán que ver los datos antes de poder interesarse por la insulina oral. Un problema acaecido durante los intentos anteriores fue que las píldoras se vieron afectadas por los alimentos de forma inesperada, afirma Howard Wolpert, médico jefe en el Centro de hidratos de carbono crea una variable de confusión.”
La fase 1 del programa de Novo incluirá estudios de interacción con alimentos, afirma Thomsen. Sin embargo, se desconoce en qué medida la insulina oral podría ser capaz de reemplazar a las inyecciones: La empresa pondrá a prueba el fármaco en dosis diferentes, con o sin comidas, y hará comparaciones con las inyecciones y los placebos. Thomsen cree que la insulina oral podría resultar más atractiva para los diabéticos de tipo 2, que no dependen de las inyecciones de insulina puesto que su páncreas aún es capaz de fabricar la proteína. Sin embargo, si esos pacientes necesitasen una ayuda adicional, es posible que prefieran obtenerla a partir de algo distinto a una aguja. “Hay una diferencia entre tomar un comprimido al día y una inyección al día”, afirma.
Otras compañías están experimentando con métodos de administración de insulina distintos. Generex Biotechnology en Worcester, Massachusetts, está en la última etapa de pruebas de un aerosol de insulina capaz de ser absorbido en la parte posterior de la garganta. Y MannKind de Valencia, California, está esperando el veredicto de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. en relación a su inhalador de insulina.
Sanjoy Dutta, director de la iniciativa sobre la insulina en la Juvenile Diabetes Research Foundation, afirma que la responsabilidad de todas estas compañías consistirá en probar que los medicamentos de administración de insulina suponen una mejora con respecto a lo que los diabéticos se inyectan en la actualidad. “Estamos muy interesados en que administraciones de insulina sean más seguras, más eficaces, más rápidas, y compatibles con otros medicamentos”, afirma Dutta. “Si vienen por vía oral, eso sería la guinda del pastel”.
Otros investigadores
Otros investigadores en otros laboratorios también experimentan el desarrollo de esta píldora para terminar de una vez por todas con la inyección que hoy en día se aplican millones de diabéticos.
Por ejemplo se ha sabido que profesores de la Universidad de Austin, en Texas, han publicado un estudio en la revista ‘ ACS’ Biomacromolecules’ , en el que proponen la pastilla de insulina hecha con material de gel y base acrílica que podría obtener los mismos resultados que la inyección.
El científico Nicholas A. Peppas y su grupo, asegura que el ácido que produce el estomago destruye la insulina, y por ello ha sido difícil crear métodos alternativos orales a la inyección de insulina. La solución se encontraría en un tipo de material resistente a los ácidos y capaz de permanecer en el estomago hasta luego de cumplir su función que como hemos dicho fue siempre uno de los inconvenientes de esas técnicas. El estudio describe que una sustancia con base acrílica podría recubrir la pastilla de insulina y así permitir una mejor absorción de la hormona dentro del organismo humano.
Los científicos han tratado de añadir germen de trigo, lo que permitiría interactuar con una parte del intestino, para que los ácidos estomacales no destruyan el contenido de la pastilla. El germen de trigo facilitaría que la goma de la pastilla permanezca en el intestino delgado por periodos prolongados, permitiendo una mayor absorción de la insulina. (Como es el intestino delgado el que absorbe los nutrientes, la goma se contrae y libera la insulina).
martes, 6 de diciembre de 2011
lunes, 5 de diciembre de 2011
HISTORIA DE LA DIABETES
Papyrus de Ebers.
La primera referencia a la diabetes se encuentra en el papiro de Ebers encontrado en 1862 en Tebas (hoy Luxor). En el papiro se recoge una sintomalogía que recuerda a la diabetes y unos remedios a base de determinadas decocciones.
La antigua literatuta hindú en los Vedas describe la orina pegajosa, con sabor a miel y que atráe fuertemente a las hormigas de los diabéticos.
Súsruta, el padre de la medicina hindú describió la diabetes mellitus y llegó incluso a diferenciar una diabetes que se daba en los jóvenes que conducía a la muerte y otras que se daba en personas de una cierta edad.
Demetrio de Apamea refinó el diagnóstico de la diabetes mellitus Apolonio de Memfis acuñó el terminó de diabetes (a partir de = Dia " a través" y = Betes "pasar") para definir un estado de debilidad, intensa sed y poliuria. Apolonio creía que era una forma de hidropesía.
Pablo de Aegina refinó más aún el diagnóstico de "dypsacus" (diabetes) asociada a un estado de debilidad de los riñones exceso de micción que conducía a la deshidratación. Prescribió un remedio a base de hierbas, endivias, lechuga y trébol en vivo tinto con decocciones de dátiles y mirto para beber en los primeros estadios de la enfermedad, seguido de cataplasmas a base de vinagre y aceite de rosas sobre los riñones. Previno sobre el uso de diuréticos pero permitió la venisección (sangría).
Galeno pensaba que la diabetes era una enfermedada muy rara, utilizando términos alternativos como "diarrea urinosa" y "dypsacus" este último término para enfatizar la extrema sed asociada a la enfermedad.
Arateus de Capadocia, quién también describió el tétanos utilizó el término de diabetes para describir la condición que conducía a un aumento de cantidad de orina. Precribió una dieta restringida y vino diluído y en los estados terminales opio y mandrágora.
sábado, 3 de diciembre de 2011
Diabetes insípida
La diabetes insípida (del lat. insipidus: «sin sabor») es una enfermedad producida por deficiencia absoluta o relativa de vasopresina, o por resistencia a su efecto. Los pacientes presentan poliuria hipotónica a pesar de que tienen elevados el sodio y la osmolaridad. Hay dos clases: diabetes insípida central (la más frecuente en humanos) y la diabetes insípida nefrogénica.1
La alteración en la diabetes insípida central es el resultado de un déficit de la hormona antidiurética (vasopresina), que es la encargada de limitar la excreción de agua a nivel renal. Lo singular de esta hormona es que el hipotálamo la produce y luego es almacenada hasta ser liberada en el flujo sanguíneo por la hipófisis posterior.
En el caso de la diabetes insípida nefrogénica, la alteración ocurre a nivel de los canales de aquaporina tipo II en el túbulo colector lo cual impide un correcto funcionamiento de la vasopresina, a pesar de que sus niveles en el plasma estén dentro del rango normal.
La diferenciación entre el origen de la diabetes insípida tiene relación con la conducta y el tratamiento a seguir.
viernes, 2 de diciembre de 2011
Preocuaciones sexuales de hombres diabéticos
La impotencia frecuentemente es tema de chistes, pero a la medida que los hombres envejecen (y para mucho hombres diabéticos) la impotencia no hace ninguna gracia. Es un problema que principalmente aflige a hombres de cincuenta años en adelante, y los hombres dabéticos tienen un riesgo mayor. De hecho, el 50 o 60 por ciento de hombres diabéticos mayores de cincuenta años padecen algún grado de impotencia. (Impotencia es la incapacidad frecuente, no ocasional, de conseguir o mantener la erección).
La impotencia puede tener causas psicológicas y fisiológicas. La impotencia de base psícica suele empezar de forma repentina, mientras que la impotencia con base fisiológica empieza de forma gradual, con un pene menos erecto y erecciones menos frecuentes, y se va haciendo peor hasta que el hombre es capaz de mantener una erección. En los hombres diabéticos las cuasas suelen estar relacionadas con problemas de nervios y vasos sanguíneos. Por ejemplo, si los defectos de los vasos sanguíneos impiden que la sangre fluya al pene, no podrá causar una erección, o si los nervios fallan al signalizar el pene, el resultado puede ser que no haya erección.
La mejor manera de evitar la impotencia fisiológica para un hombre diabético es mantener un buen control de los niveles de glucosa sanguíneos, no fumar, reducir el consumo de alcohol, y mantener una presión arterial normal. Pero cuando la impotencia se vuelva objeto de preocupación, una conversación franca con su médico puede revelar el orígen del problema.
Antes de que se pueda recomendar un tratamiento para la impotencia es necesario determinar su causa, lo cual requerirá una serie de tests. Como parte de la evaluaciónde su situación debe informar a su médico de los medicamentos que está tomando, incluso aquellos libres de receta médica, porque algunos medicamentos contra males comunes pueden contribuir a la impotencia. Si su medicación le está causando impotencia, el médico posiblemente pueda cambiar o ajustar la receta. En cualquier caso, nunca deberá cesar de tomar medicamentos que les han sido recetados sin consultarlo con su médico. Fumar y beber alcohol también puede contribuir a la impotencia.
Hoy en día los médicos disponen de una variedad de tratamientos para la impotencia fisiológica. Pasar por el proceso diagnóstico pues, vale la pena. Los tratamientos comunes incluyen inyectar un medicamento directamente en el pene para producir una erección que durará 30 a 60 minutos, utilizar una bomba de vacuo para producir una erección, e implantar una prótesis dentro del pene para producir erecciones. Su médico le ayudará a tomar una decisión sobre cuál de estas opciones mejor le conviene (si alguna le conviene).
Si sospecha que su impotencia tiene una base psicológica, su médico le podrá indicar algún terapeuta especializado en el tratamiento de asuntos sexuales
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