domingo, 18 de septiembre de 2011
DEPORTE Y DIABETES
Las personas con diabetes pueden hacer ejercicio y practicar deporte al mismo nivel que cualquier otra persona. Pero algunas de ellas no lo hacen. Fijémonos, por ejemplo, en Gary Hall, Jr., el nadador olímpico ganador de una medalla de oro. Es innegable que / Definitivamente, no nada como una persona promedio. Los golfistas Kelli Kuehne y Michelle McGann no juegan a golf como tus amigos del minigolf local. Y el jugador de béisbol Jason Johnson lanza la pelota de una forma algo diferente, por decirlo de algún modo, a como la lanza tu profesor de mates. Todos estos atletas conviven con la diabetes al tiempo que destacan en las competiciones deportivas.
¿Has captado la idea? Independientemente de que aspires a un oro olímpico o que solo te apetezca salir de excursión por los alrededores, la diabetes no debería ser ningún impedimento.
¿Cómo ayuda el ejercicio a las personas que tienen diabetes?
He aquí algunos de los efectos beneficiosos del ejercicio físico:
• El ejercicio fortalece los huesos y los músculos.
• El ejercicio reduce el riego de cardiopatías y de algunos tipos de cáncer.
• El ejercicio mejora la coordinación, el equilibrio, la fuerza y la resistencia.
• El ejercicio aumenta el nivel de energía.
• El ejercicio contribuye a que la insulina desempeñe mejor su función, lo que ayuda a mantener las concentraciones de azúcar en sangre dentro de los límites saludables.
• El ejercicio quema calorías, lo que ayuda a alcanzar y mantener un peso saludable.
• El ejercicio fomenta el trabajo en equipo, el espíritu competitivo y la valentía.
• El ejercicio ayuda a elevar la autoestima y la seguridad en uno mismo.
• El ejercicio ayuda a liberar tensiones y a afrontar el estrés, aparte de relajar y levantar el ánimo.
• El ejercicio puede incluso ayudar a aclarar las ideas y a focalizar mejor la atención.
Cualquier tipo de ejercicio es estupendo -se trate de sacar a pasear al perro o de practicar un deporte de equipo. Pero es importante que lo practiques cada día. Cambiar los hábitos a fin de poder hacer ejercicio cada día puede costar bastante al principio. Pero la mayoría de la gente dice que, en cuanto empieza a notar los efectos beneficiosos del ejercicio, se engancha a él. A partir de ese momento, resulta más fácil seguir haciendo ejercicio. Pero hay algunos datos que necesitas saber sobre el ejercicio y la diabetes.
¿Qué ocurre durante el ejercicio?
Los músculos necesitan más energía durante el ejercicio, por lo que el cuerpo libera más azúcar o glucosa que en estado de reposo. Para las personas con diabetes, esto puede tener algunos efectos colaterales. Por ejemplo, si el cuerpo no tiene suficiente insulina para utilizar la glucosa liberada durante la práctica de ejercicio, la glucosa permanece en la sangre, lo que provoca concentraciones elevadas de azúcar en sangre. Esto recibe el nombre de hiperglucemia.
El hecho de no tener suficiente insulina para poder utilizar el azúcar de la sangre también puede hacer que el cuerpo queme grasa como combustible. Cuando el cuerpo empieza a quemar grasa para utilizarla como combustible, se producen unas sustancias denominadas cuerpos cetónicos. Las personas con diabetes no deberían hacer ejercicio si tienen niveles altos de cuerpos cetónicos en sangre porque podrían encontrase muy mal. Si tienes diabetes tipo 1, tu médico te indicará cómo puedes comprobar tu concentración de cuerpos cetónicos (tal vez tengas que recoger una muestra de orina antes de hacer ejercicio) y cómo te debes tratar para normalizar la concentración de cuerpos cetónicos en el caso de que la tengas demasiado alta.
El hecho de que el cuerpo necesite más glucosa durante la práctica de ejercicio también puede hacer que descienda excesivamente la concentración de azúcar en sangre (lo que se denomina hipoglucemia). La hipoglucemia puede ocurrir cuando el cuerpo utiliza todo el azúcar almacenado, lo que implica que no queda más glucosa por liberar cuando la necesitan los músculos. Esto es especialmente cierto cuando la concentración de insulina en sangre sigue siendo alta porque ha transcurrido poco tiempo desde la administración de la inyección de esta sustancia. Tal vez necesites comprobar tu concentración de azúcar en sangre y tomarte un tentempié adicional para prevenir la hipoglucemia. Si vas a empezar un programa de ejercicios riguroso, como entrenarte para determinado deporte, probablemente tu médico te recomendará reajustar la dosis de insulina para prevenir la hipoglucemia.
Prepárate para el ejercicio
Todos los adolescentes -no solamente los que padecen diabetes- deben hacerse un chequeo médico antes de empezar a practicar un deporte. Tu médico te indicará qué cambios deberías introducir en tu plan de control de la diabetes, sea en cuándo has de comprobar tu concentración de glucosa en sangre y/o en la pauta de medicación, mientras hagas ejercicio o practiques algún deporte.
Lo más probable es que tu médico te dé carta verde para practicar cualquier actividad física que te apetezca empezar -después de todo, hacer ejercicio es una parte importante del plan de control de la diabetes. No obstante, es posible que tu médico te recomiende evitar determinados deportes de aventura, como la escalada en roca, el ala delta o el submarinismo. Ello obedece a que una persona podría sufrir graves lesiones si le bajara demasiado la concentración de azúcar en sangre durante la práctica de estos deportes.
Consejos sobre el ejercicio para las personas con diabetes
Los siguientes consejos te pueden ayudar a evitar los problemas relacionados con la diabetes mientras haces ejercicio:
• Contrólate el azúcar. Tu médico te indicará cuándo debes comprobar tu concentración de glucosa en sangre -es probable que necesites comprobarla antes, durante y después de hacer ejercicio.
• Toma la dosis correcta de insulina. Es posible que tu médico te recomiende reajustar la dosis de insulina cuando hagas ejercicio o deporte. Si te inyectas insulina, no lo hagas en una parte del cuerpo que utilices en la actividad antes de practicarla (como inyectarte insulina en la pierna antes de jugar a fútbol). Esto podría provocar que la insulina se absorbiera demasiado deprisa. Si llevas una bomba de insulina, asegúrate de que no interfiere con la práctica de ejercicio y que no se puede desconectar durante la misma. Pregúntale a tu médico que deberías hacer cuando no quieras llevar la bomba.
• Aliméntate bien. Tu quipo de diabetología también te ayudará a adaptar tu plan dietético a fin de que tengas suficiente energía para hacer ejercicio. Por ejemplo, tal vez necesites tomar un tentempié adicional antes, durante o después de entrenar. Asegúrate de seguir una dieta adecuada para la diabetes -no pruebes estrategias como atiborrarte de hidratos de carbono antes de correr o comer o beber menos a fin de bajar de peso para poder participar en determinada categoría de lucha libre. Estas actividades pueden ser peligrosas para las personas con diabetes.
• Lleva encima tentempiés y agua. Independientemente de que juegues a fútbol en el colegio o nades en la piscina de tu casa, ten agua y algo para picar a mano.
• Si sales de viaje, llévate todo lo necesario para controlar la diabetes. Si vas a hacer ejercicio lejos de casa, no te olvides de incluir en la maleta los aparatos de medición, tus medicamentos, tu pulsera de alerta médica, información sobre dónde acudir en caso de emergencia y una copia de tu plan de control de la diabetes. Acostúmbrate a guardar todos esos artículos en una bolsa especial para que no tengas que pensar en cogerlos uno a uno cada vez que hagas el equipaje.
• Díselo a tus entrenadores. Asegúrate de que tus entrenadores y monitores saben que tienes diabetes. Infórmales sobre lo que necesitas hacer para controlar la diabetes antes, durante o después de hacer ejercicio.
• Toma el control. No dudes en dejar de hacer ejercicio o tomarte un respiro si necesitas picar algo, beber agua o ir al lavabo. También deberías interrumpir la sesión de entrenamiento si no te encuentras bien o percibes cualquier signo de que algo va mal.
En qué te debes fijar
Tu médico te enseñará qué concentraciones de azúcar son adecuadas o inadecuadas para hacer ejercicio. Si tu concentración de azúcar es inadecuada, también te explicará qué debes hacer para poder retomar la actividad que estabas practicando. Si percibes cualquiera de los signos o síntomas que figuran a continuación, deja de hacer ejercicio y sigue tu plan de control de la diabetes.
Es posible que tengas una concentración baja de azúcar en sangre si:
• estás sudando mucho
• notas que se te va la cabeza o te sientes mareado
• estás tembloroso
• te sientes débil
• estás ansioso
• tienes hambre
• te duele la cabeza
• te cuesta concentrarte
• estás confundido
Es posible que tengas una concentración alta de azúcar en sangre si:
• tienes mucha sed
• tienes que orinar mucho
• estás agotado
• ves borroso
Asimismo, fíjate en cualquier corte, rasguño o ampolla que tengas y cuéntaselo a tu médico si se te ponen muy rojos, se te inflaman o te supuran pus -podrían ser signos de infección.
Estando preparado y sabiendo cómo seguir tu plan de control de la diabetes, podrás prevenir los problemas relacionados con esta enfermedad durante la práctica de ejercicio. Después de todo, los atletas profesionales siguen un programa de entrenamiento y nutrición para rendir al máximo -piensa en tu plan de control de la diabetes como en tu mapa de carreteras personal hacia el éxito deportivo.
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