domingo, 6 de mayo de 2012
¿Viajar con diabetes?
Actualmente, las personas con diabetes pueden disfrutar de muchas actividades que antes eran un problema. Desde una semana en la playa hasta recorrer Europa, la clave a la hora de viajar es planificar debidamente.
Las personas que sufren de diabetes, a diferencia de aquellos con otras patologías, no pueden simplemente tomarse unas pastillas o insulina por la mañana y olvidarse de su condición el resto del día. Cualquier alteración en la dieta, el ejercicio, el nivel de estrés u otros factores, puede afectar el nivel de azúcar en la sangre. Por lo tanto, a pesar de todos los avances en el tratamiento de la diabetes, la educación del paciente sobre su propia enfermedad sigue siendo la herramienta fundamental para su control.
Viajar, sea por motivos de trabajo o por placer, siempre es fascinante. Viajar con diabetes también lo es, sólo que es necesario organizar el viaje teniendo en cuenta algunas medidas y ciertas recomendaciones.
“Antes ser diabético y viajar se hacía complicado. Gracias a que hoy los tratamientos son más portátiles, se puede tener una vida normal con pequeños cuidados. Si sigue una serie de normas y consejos, la gente con diabetes puede disfrutar de un viaje sin repercusiones para su salud y manteniendo la diabetes bajo control”, señala la diabetóloga de CLC, María Gabriela Sanzana, quien en estas páginas, elaboró una completa lista de sugerencias y precauciones a seguir.
CONSEJOS
1. Antes de iniciar su viaje asegúrese que su diabetes esté compensada.
2. Lleve algún documento que lo identifique como diabético. Si planea visitar algún país de habla no hispana, tenga un breve informe médico con su tratamiento habitual, de preferencia en inglés.
3. Porte medicamentos para todo el viaje, ya sean éstos orales o insulina. Además, es recomendable llevar dos medidores de glicemias (glucómetros), cintas para determinación de glicemias, cintas para cetonas(diabetes mellitus 1) y un kit de glucagón en caso de hipoglicemias severas. Se sugiere andar con estos objetos divididos entre el equipaje de mano y las maletas para que así, en caso de pérdida, se pueda contar con “reservas”.
4. Pídale a su médico que le dé una receta de insulina o medicamentos para la diabetes, pues si hay una emergencia ésta puede ayudarle. Es aconsejable llevar más de la cantidad suficiente de insulina y jeringas, para que así duren todo el viaje.
5. Algunas aerolíneas tienen formularios especiales que deben ser llenados por su médico previo al viaje (donde se detallan los medicamentos que subirán al avión). Consulte con anticipación y evitará sorpresas en el momento de embarque.
6. Controle el azúcar de su sangre mientras viaja, es tan importante como cuando está en casa.
7. Siempre lleve con usted algún alimento fácil de transportar en el caso de que su comida se retrase.
8. Si viaja en avión, espere a que su alimento esté en el pasillo antes de administrarse su insulina, de lo contrario, si su comida se retrasa, usted puede experimentar una baja en el nivel de glucosa en la sangre.
9. Si usted se administra insulina y va a cruzar zonas horarias, evaluar su itinerario puede ayudarlo a planear el horario de sus inyecciones mientras viaja. Para ayudarse en el seguimiento de sus inyecciones y comidas a través de los cambios de la zona horaria, mantenga su reloj con la hora de la zona horaria de su casa hasta la mañana siguiente a su llegada a destino.
10. No coloque su insulina en espacios muy calientes o muy fríos, como la guantera del auto, mochilas o equipajes que puedan ser expuestos al calor. Aunque la insulina no necesita refrigeración, no debe almacenarse a temperaturas extremas. Si le acomoda, hay envases para mantener la insulina.
11. Lleve colaciones cuando vaya a excursiones o tours. No asuma que usted encontrará alimentos en cualquier lugar.
12. Ande con zapatos cómodos y cámbielos frecuentemente (use dos pares por día), ya que generalmente, en los viajes se camina mucho y esto evitará la aparición de ampollas por el roce. Recuerde que hasta los zapatos conocidos pueden dar resultados desagradables. Nunca camine con los pies descalzos y en la noche examine sus pies buscando signos de inflamación: ampollas, cortes o enrojecimiento. Si llegara a presentar una lesión, consulte a un médico.
13. Durante el viaje en auto, barco o avión, camine unos minutos cada 2 horas o haga ejercicios de piernas en su asiento para evitar problemas circulatorios en las extremidades inferiores.
Recuerde estos simples consejos y evitará sorpresas inesperadas. ¡Buen viaje!
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