miércoles, 21 de marzo de 2012

EL TERROR DEL COLESTEROL



Para los diabéticos, es muy preocupante tener alto el colesterol. Dado que la glucosa descontrolada de los diabéticos actúa con los órganos como un ácido, averiándolos muy seriamente, el colesterol alto se convierte en una especie de bomba de relojería, porque a plazo fijo producirá fallos del motor fundamental, el corazón.
Cuando uno de nosotros presenta la más mínima huella de colesterol, nos recetan un tratamiento específico que sumar a la generalmente extensa colección de medicamentos que consumimos diariamente.
Pero es sabido que los médicos del seguro no le dan a los pacientes la menor explicación de nada ni ofrecen más solución que la química de las medicinas. Esto a pesar de que los médicos no pueden ignorar que existen métodos para reducir drásticamente la glucosa o el colesterol.
Yo llevo 12 años medicándome contra la diabetes. Y unos cuatro, contra el colesterol.
PERO SIN QUE ME LO DIGAN LOS MÉDICOS, HE DESCUBIERTO SIN INDICACIÓN DE NADIE DOS SISTEMAS NO MEDICINALES.

A veces, me mido la glucosa y me sale una cuenta de 155 o 160. Lo que me preocupa sobremanera, de forma que echo a andar enérgicamente o me voy a una piscina. Dos horas de caminata (sin correr pero tampoco pasear) me bastan para bajar la cuenta a 79-80.
El colesterol no puedo medírmelo, pero si en los análisis anuales sale que lo tengo un poco pasado, me pongo a consumir limón todo lo posible. El mejor sistema para no tener que hacer ningún esfuerzo palatial, es añadirlo al agua. Como cuando nos medicamos mucho hay que beber todo el agua posible, es muy bueno añadir a la botella de agua dos limones exprimidos y algo de sacarina, para hacerlo más pasable. Resulta una limonada tan sabrosa, que bebo más agua da la indicada. Invariablemente, a los siguientes análisis me aparece el colesterol estabilizado.
CONSUMID LIMÓN TODO LO FRECUENTEMENTE QUE PODÁIS.

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